sábado, 20 de marzo de 2010

El maestro y la cuestión del “modelo” en la pedagogía del Bushido




El maestro y la cuestión del “modelo” en la pedagogía del Bushido





Con el verdadero maestro el discípulo aprende a aprender, no a recordar y obedecer.
La compañía del noble, no modela sino que libera.


Nisargadatta

(Bombay-India, 1897-1981)




Solo hay una manera de ser maestro: ser discípulo de sí mismo.


José Camón Aznar

Historiador y escritor español
(Zaragoza, 1898 — Madrid, 1979)





3- El maestro como guía y modelo


El Bushido se basa en la constante transmisión de una serie de valores y creencias cuyos profundos sentidos se debían comprender a partir de lo dicho por las palabras mismas. Pero comprender lo que enuncia el Bushido implicaba bastante más que alcanzar la intelección racional de lo que significan cada una de sus frases. El Bushido apunta a llegar al guerrero desde planos mucho más complejos que los que permite (y limita) la poderosa arma que de por sí es la palabra. Es por esto que desde el Bushido se tratará de transmitir el valor que emana de mantener la unidad indisoluble entre palabra-acto-vida.

En este contexto, la noción de “modelo” -como el referente a quien se ha de imitar para alcanzar lo mejor de sí mismo- es completamente coherente con la cosmovisión en que embebían sus creencias.

Desde el “modelo” (encarnado en la figura pedagógica del “maestro”) cada quien se exige constantemente apartarse del reposo, encarando con el mayor esfuerzo el trabajo y la acción sobre sí mismo. Nunca decaer. Esta incansable “ascesis” (como ya planteamos en otros temas referidos al Bushido y la ética guerrera) debe ser entendida como el ejercicio tendiente a la constitución progresiva de uno mismo en "objeto y fin absoluto" sobre el que ha de trabajarse desde la firme voluntad. Este trabajo sobre sí mismo sólo podía llegar a lograrse mediante esta intermediación del otro como modelo.


El cuidado de uno mismo es algo por aprender, y en esta pedagogía guerrera tendiente a lograr un correcto gobierno de sí mismo se torna imprescindible la presencia del maestro como guía orientador. Se trata, aclaremos finalmente, de una relación teñida de los valores de la nobleza, con un alto sentido del respeto hacia quien oficie de modelo, y una suerte de devenir amistoso que sin embargo conservará siempre sabiamente la asimetría entre los dos participantes de la interacción.




___________________________________________________________________

Image from http://farm4.static.flickr.com/3217/2378820811_c92f89af0f.jpg